Cuando tenía 19 años me dieron un trabajo en mi iglesia local y realmente no creo que mi pastor pensó bien en la idea de dar a un adolescente una oficina y una llave de la iglesia. Yo estaba tan emocionado por amoblar mi oficina y hacer que se vea muy bien que lo primero que decidí hacer era construir un escritorio. Mientras conducía a casa esa noche recuerdo haber visto cerco de madera al lado de la carretera que alguien estaba tratando de tirar a la basura, y al instante pensé, “Eso es, ahí está mi escritorio”. Me detuve y recogí esa cerca vieja sucia, y la traje a casa con una visión en mente.
Primero, tuve que rasgar suavemente toda la madera de modo que ninguna de las piezas se rompiera. Luego empecé a medir, cortar y atornillar todo junto. Después de trabajar todo el día por fin tenía un escritorio, pero todavía se veía y olía terrible porque la madera tenía años de moho y suciedad recubiertos en ella. Así que me pasé horas lijando hasta dejarlo en su estado original. A continuación, para darle un acabado, la pinté con un hermoso barniz oscuro. Hoy en día, ese escritorio está en mi casa y cada vez que lo veo siento mucho orgullo y me digo a mí mismo “yo hice esto”. Pero no sólo eso, también sé que esa vieja cerca de madera estaba a punto de ser lanzada a la basura hasta que la recogí y la convertí en algo hermoso, algo con propósito.
No puedo evitar pensar que es así como Dios se siente hacia mí, porque antes de que yo sea un seguidor de Cristo, yo no tenía un propósito. Yo era lo suficientemente bueno en mi skate y me gustaba hablar con la gente, pero lo que quiero decir es que mi vida parecía inútil y no tenía ni idea de lo que iba a hacer con ella. Sin embargo, cuando le ofrecí mi vida a Dios, él vio algo bueno en mí y me recogió de la “basura”. Él le dio a mi vida un nuevo significado, y comenzó a moldearme y darme forma para ser utilizado para su propósito. Juan 15:5 es uno de mis versículos favoritos de la Biblia porque describe mi vida tan bien. Jesús dice: “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.”. Estoy tan agradecido de que Dios está usando a mí ahora para decirles a otros acerca de Él, porque Él le dio a mi vida un nuevo propósito no para mi propio egoísmo, sino para su gloria.
No importa que tan indigno y sin valor te sientas, no importa cuánto tiempo has estado sentado en la “basura”; Dios te creó por una razón y quiere usarte para Su gloria. No importa lo bien que crees que eres en algunas cosas, o lo mal que creas que seas en otras, Dios tiene un plan para ti. Si permaneces en él como las ramas de un árbol Él hará las cosas más sorprendentes que podrías haber imaginado a través de ti.
Agradece a Dios hoy, por haberte creado. Dale gracias por todos los regalos sorprendentes y los rasgos que te hacen tan único, y pídele que entre en tu vida y le dé propósito. Dios te creó y tiene un plan para tu vida, pero se necesitas entregarte a Él para que su plan se despliegue. Dios quiere hacer cosas increíbles a través de ti, así que pídele que te dé la fe para seguirle y la fuerza de obedecerle. Lee los capítulos 8 y 9 del libro de Juan, y pídele a Dios que hable a través de su Palabra.